Cuando escucho a una mujer diciendo:
"Ella se quiere porque es bonita o porque tiene un cuerpo delgado"; no puedo evitar reírme y pensar... "si supieras que la mayoría de ellas son las que más defectos se ven".
Sí, aunque parezca mentira infinidad de mujeres que cumplen con el estereotipo marcado por la sociedad se critican constantemente y no se sienten valiosas.
Fotografiando a más de 500 mujeres lo descubrí y me pregunté:¿si no es de la apariencia, entonces de dónde viene la autoestima?
Por otro lado conocí a mujeres frondosas, con estrías y celulitis vistiendo lencería con seguridad y amor por ellas mismas.
Fue ahí cuando me confundí y comencé a dudar de mis propias creencias, de lo que me habían enseñado las revistas, los concursos de belleza o la sociedad en general.
¿Por qué ellas lograban verse como diosas y yo no? Yo que tenía menos kilos o menos celulitis.
Esas mujeres han sido grandes maestras, ellas me enseñaron que el amor a mí misma no proviene del espejo sino de la luz que emano de mi ser.
Y sí, se lee cursi y trillado ¿qué fácil decirlo, no? pensaba antes de conocerlas a profundidad; y es que ellas lo hacen ver tan fácil que me inspiraron a poco a poco aceptar mi cuerpo, a verme con amor y tratarme con respeto.
Siempre lo he dicho, de adolescente el mundo me enseñó a castigarme pero no a aceptarme, que difícil me fue romper con los patrones aprendidos, difícil más no imposible.
Tras un largo periodo puedo compartirte que hoy se que solo yo soy incondicional a mí misma, que en mí está el amor que por tanto tiempo busque en una pareja. He tenido miles de recaídas y se que es un trabajo que nunca termina, pero a mis 39 años no soy la mujer insegura y llena de complejos que fui a los 20.
Si te has identificado conmigo te pido comiences a hacer pequeños cambios en la forma en la que te ves al espejo, en la que te hablas, en los pensamientos sobre ti día a día.
Descúbrete acariciándote, agradeciendo a tus piernas, a tu boca, a tus ojos, mímate constantemente, visita lugares que den paz a tu alma, disfruta y realiza más seguido esas pequeñas actividades que te hacen feliz.
Tú eres lo más importante, eres tu universo, la única persona que siempre estará para ti.
Te abrazo con el alma, no hay nada que anhele más que verte en todo tu esplendor.
Con cariño Mariana Quimé
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